Como compañía diaria tenía a un gato de ojos verdes y suave
piel marrón, a sus amigos y a una muñeca de terciopelo que guardaba en su
mesilla de noche.
De esto disponía nuestra protagonista para valerse en el
mundo, disfrutar lo que pudiera de la vida, y cumplir sus 100 deseos.
Pero atención, porque siempre hay que tener mucho cuidado
con lo que se desea y con quién y cómo se desean las cosas...
“UNA CHICA Y 100 DESEOS”
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