martes, 24 de abril de 2012

La Panda de Nicole: El robo del maletín - Capítulo 8


8. Una escapada romántica
Bien. Ya sabíamos lo que significaba el mensaje: “No te olvides de coger el maletín.” Así que alguien quiso enviarle ese mensaje a otra persona para que no se olvidara de robarlo, estarían compinchados.
Lo que no sabíamos era la firma: 16-10c1.
Si averiguábamos eso, podríamos tener una gran pista, pero se fue haciendo tarde y la panda se tuvo que ir, menos Mark.
-         Bueno, pues quedamos tú y yo – dije.
-         Sí, quizás como ahora hay más silencio, podemos pensar mejor qué significa la firma.
-         Es verdad, empecemos. Veamos el número 16 corresponde a la letra “p.”
-         La letra 10 no se identifica con ninguna letra, y no puede ser “P-loca.” ¿El nombre de “Ploca” no existe verdad?
-         Je je, no, dudo que exista. Respondió Mark.
-         Tal vez sea una indicación, 10 casas arriba.
-         Sí. O 10 calles abajo.
-         Hay demasiadas posibilidades.
-         ¡La Plaza 10 Calles!
-         Es verdad, como no se nos había ocurrido antes. Habrá que mirar por ahí, pero está muy lejos de aquí, no creo que me dejen coger un autobús hasta allí yo sola.
-         No irás tú sola, irás conmigo. bueno, si quieres claro.
-         Te refieres ¿a investigar por nuestra cuenta sin permiso?
-         Bueno, teniendo en cuenta que es por ayudar…
-         Está bien, vámonos.
Yo sabía de sobra que si mis padres lo supieran me mataban, pero Mark y yo suponíamos que los ladrones actuarían de noche y no de día, era el momento.
Salimos por la ventana de mi cuarto en silencio y nos dirigimos a la parada de autobús, nos metimos en él y fuimos a La Plaza 10 Calles. Cuando llegamos allí caminamos en silencio entre los jardines de por allí y por oímos algo que rompió el silencio de la noche.
-         ¿Has oído eso?
-         Sí, tengo miedo.
-         Tranquila no pasa nada.
A continuación oímos un par de voces:
 - ¿Entonces leíste la nota que te mande por lo veo. 
- Sí, ella me la dio en mano.
- ¿Y se puede saber dónde está ahora?
- Pues, yo, la verdad… creo que la he perdido en la agencia.
- ¿Tú eres tonta? ¡Cualquier policía que haya estado por allí ya la habrá encontrado! Menos mal que estaba todo en código sino…
¿Te has encargado de Annabelle?
-         ¡Claro que sí! Esa ya no tiene escapatoria, tarde o temprano la echarán.
-         Perfecto, así me gusta… ¡lo conseguiremos! Y ahora vayámonos antes de que alguien nos vea con esto. Por cierto, ¿irás a la fiesta de mañana?
-         Es verdad, la fiesta. ¿A qué hora era?
-         A las 9, en el hotel Dessert.
-         OK. Allí estaré.
Y después de aquello se fueron. Me quedé paralizada, aquellos ladrones, o mejor dicho, ladronas, habían influido en que la policía sospechara tanto de mi madre, pero ¿por qué habían robado los diseños? ¿Y por qué querían conseguir echar a mi madre del trabajo?
Esas preguntas se resolverían más tarde porque ahora, Mark y yo debíamos irnos a casa.
Entramos en mi casa por la ventana y mis padres no se dieron cuenta de nada.
-         Esta vez no nos han pillado, pero a ver mañana.
-         ¿Mañana?
-         Claro que sí – afirmé. ¡Mañana todos nos vamos de fiesta!

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